Sabemos que los empresarios están en condiciones de implementar efectivos mecanismos de motivación y cultura para generar este adecuado ambiente laboral.
Los líderes empresariales saben cómo aportar recursos y mecanismos para hacer frente a los efectos devastadores del cambio climático, el enorme daño que le estamos haciendo al planeta.
Nuestro sistema de producción, consumo, distribución y gestión de desechos necesita con urgencia un cambio estructural, sólo la capacidad creadora de la empresa privada puede dar en un plazo razonable con estas soluciones, sin perjuicio de la normativa que decrete el Estado.
Y por último, los empresarios están dispuestos a invertir en tecnología, en digitalizar los procesos, en robotizar nuestras industrias.
En vez de ver la 4ª revolución industrial como una amenaza, podemos lograr que las tecnologías de la información cambien favorablemente nuestra forma de vida y desde allí revisar en profundidad nuestros modelos de negocio para evitar la obsolescencia tecnológica y prevenir la cesantía.