Alexis Camhi

Una campaña publicitaria puede golpear la estantería y ser creativamente muy llamativa. Pero para eso hoy no basta con una buena idea (digamos gráfica), o una distribución millonaria, sino que su propuesta, su claim (digamos contenido) debe ser coherente con los valores de la compañía. Las marcas hoy no pueden correr el riesgo de decir una cosa y ser otra y, dentro de ello, intentan identificarse con los valores de sus consumidores. Lush, la tienda de productos de baño y belleza, anuncia que “se está volviendo anti-social y está tomando un nuevo enfoque hacia las redes sociales con una nueva política global anti-social media”.

Las marcas toman actitud, unas de forma más orgánica (u honesta) que otras, pero se hacen conscientes de los valores de la generación de turno, los consumidores coherentes (que compran según piensan) castigan a las empresas o servicios que no tomen en cuenta estos éticos, la sustentabilidad y diversidad, buena actitud con los colaboradores y consumidores, etc.

Lush le habla a esa generación (futuros clientes o el core de su público objetivo?) para decirles que está con ellos, que también le preocupa que violen su privacidad, sus derechos digitales, y que hay que estar atentos. Cierran la puerta a las redes sociales más populares del mundo. El impacto de esta política está por verse pero claramente están llamando la atención sobre temas que urge corregir. Por mientas prometen invertir en otras formas de conectarse con sus clientes.

En Alexis Camhi Advisory Service trabajamos inspirados en técnicas antropológicas, observamos a las capas jóvenes de la población prestando atención a sus valores generacionales. Porque ahí subyacen las claves de cómo será el futuro, estas son pistas que nos orientan por dónde innovar el modelo de valor de una organización que quiera avanzar hacia los negocios conscientes y evitar con ellos su obsolesencia.