Alexis Camhi

El caso NotMilk

Como sociedad estamos viviendo una profunda transformación, entre ellas las nuevas generaciones (empoderadas como nunca antes con tecnología e internet para comunicar sus calores sin intermediarios) están exigiendo a las empresas tomar un rol activo tanto en el bienestar de la sociedad como en la regeneración del planeta. Es importante que los líderes empresariales atiendan a este llamado no solo por lo necesario de su  (el planeta nos necesita) sino también como una forma de prevenir su propia obsolescencia en sus modelos de negocio. Es lo que le cuesta, o no le conviene entender, a la industria lechera nacional frente a Not Milk, una iniciativa empresarial de hoy que, en suma, ofrece una producto que ofrece leche sin ser, en rigor, leche de vaca, pero con las mismas propiedades de aquella. Los industriales tradicionales no quieren aceptar que este producto, esta marca, ocupe un lugar en el pasillo de los productos lácteos de los supermercados, porque -aducen- no es leche “original”.

 

Not Milk enarbola un relato. En su “Declaración de Acción para cambiar el día a día”, su moral, su propósito, dice que simplemente han combinado “la Inteligencia Artificial y el conocimiento del mundo vegetal para crear los productos que amamos, hechos en base a lo mejor de las plantas, con una reducción considerable de impacto en el medio ambiente”. Parece leche, tiene gusto a leche, pero es leche de arveja, ananá, achicoria, repollo y aceite de girasol. No es leche de vaca pero sí una bebida con las mismas propiedades organolépticas que la leche , esta vz a base de vegetales, como bien destaca Infonegocios. 

Not Milk es a la leche, lo que Uber a los taxis y Netflix a Blockbuster. No sólo utilizaron secuencias de tecnología y algoritmos para crear nuevos modelos de negocios, sino que además se ocupan del sentido planetario de menos contaminaciòn de gas metáneo de origen animal, por decir, respecto a la alternativa para no comer productos lácteos digaos originales. Un golpe a la industria tradicional, porque son nuevos negocios para las nuevas formas de pensar.

“Matías Muchnick, co-fundador de NotCo, se graduó entre los mejores en su licenciatura de Económicas y Dirección de Empresas en Chile. Después buscó el hat trick en EEUU, complementando su formación en Berkeley, Standford y Harvard, donde se interesó por áreas de innovación, tecnología y bio-ciencias. Deportista, preocupado por la nutrición y curioso de la alimentación, consideraba que había muchas preguntas sin respuesta en este campo. Así que decidió buscar él mismo las respuestas”, es la intro que techfoodmag.com hace de este emprendedor chileno de xx años, el que además agrega que Jeff Bezos, el mismísimo fundador de Amazon, le puso una inversión de $30 millones, luego de haberlo convencido con una conversación.

Sin perjuicio de las razones de los industriales lecheros nacionales, estamos frente a un caso en el que la innovación -y los nuevos valores generacionales- irrumpe con modelos de negocios técnicamente irreprochables, basados en una conciencia ambiental de amplio espectro. Esto, estimo, está pasando en distintos ámbitos de nuestra vida económica productiva y obliga a que los empresarios reflexionemos en qué sectores podemos innovar con productos y servicios de calidad, pero que además respondan a los valores de las generaciones de turno, motivándose a emprender modelos de negocio, cuando no modelos de valor, que sean creados en base a las exigencias de los nuevos consumidores, con visiones sustentables por doquier. ¿Qué hará entonces la industria automotriz en el mundo, cuando constate que en 30 años más estos consumidores del futuro no desearán poseer automóviles, sino que les será más funcional arrendarlos?… y que por favor sean eléctricos… ¿atacarán a la industria que baje los precios de arriendo de autos o reflexionarán para inventar un nuevo modelo de negocio para su industria de 100 años de existencia?

En 2013, Matías Muchnick fundó su primera startup, Eggless Company, que vendió en apenas dos años. Con ese bagaje, y el colchón del exit, en 2015 funda NotCo, con la que quiere “reinventar el futuro de la industria de la alimentación”, especialmente de los alimentos de origen animal. NotCo aprovecha el potencial de la inteligencia artificial para desarrollar alimentos plant based atractivos para el mercado masivo.

 

Desde entonces, la startup chilena ha ido acumulando hitos, como su paso por IndieBio, aceleradora biotecnológica de referencia, con el proyecto apenas en cierne. En producto, sus sustitutos de los originales: NotMilk, NotBurger, NotIceCream y NotMayo (con la que ha obtenido un 8% de cuota en el país que es el tercer consumidor del mundo de esta salsa) se comercializa en Brasil, Argentina, Chile, y ahora también en EEUU.  




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